Los residentes trabajarán más horas. El gobierno de Donald Trump está planteando la modificación legal de las condiciones formativas y laborales del MIR, lo que conllevará a establecer el número de horas obligatorias que deben cumplir cada semana durante su proceso de especialización. El Consejo de Acreditación de Médicos ha anunciado que la jornada puede ser de un máximo de 24 horas (con guardia), pero sin que superen las 80 horas semanales. No obstante, la norma abre la puerta a trabajar incluso cuatro horas más.
El Consejo de Acreditación de Médicos ha apuntado que, con un modelo de 16 horas, como el que estaba establecido, ocurrían interrupciones y transiciones que afectaban al tratamiento de los pacientes. Una situación que, según indican, están dispuestos a erradicar con el aumento de la jornada laboral, donde incluso se plantea la opción de llegar a las 28 horas seguidas si es necesario para garantizar el bienestar del paciente y de sus familiares.
La nueva normativa representa un casi regreso a la norma previa a 2011, cuando los R1 tenían un máximo de 30 horas por turno. Una decisión que cambio después de que el Instituto de Medicina presentara su estudio que determinó que no era seguro que los residentes médicos trabajaran más de 16 horas. Aunque existen dudas sobre su eficacia y seguridad (ante posibles errores por cansancio), Anai Kothari, MIR de Cirugía General en el Centro Médico de la Universidad de Loyola en Maywood (Illinois), apunta que “cuando entre en vigor será una normativa que los residentes valorarán positivamente”.
El cambio no será repentino, sino que serán implementados gradualmente para ayudar a la adaptación de los residentes, según ha precisado Michael Leitman, decano asociado de la Escuela de Medicina de Mount Sinai en Nueva York. Sin embargo, no todos están convencidos del cambio, por lo que ponen en tela de juicio el efecto que tendrá sobre el paciente y el residente, así como precisa Rowen Zetterman, coautor del proyecto de análisis y supervisión de la nueva normativa.
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