Los presidentes de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC), Luis Aguilera, y de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Benjamín Abarca, han valorado positivamente la reducción en el número de plazas vacantes de esta especialidad dentro de la convocatoria MIR, que en esta ocasión han sido 51, aunque consideran que una asignatura propia en la Universidad y unas mejores condiciones laborales para los facultativos haría que los residentes se inclinasen más por esta elección.
Para Luis Aguilera y Benjamín Abarca, el hecho de que la especialidad de Medicina de Familia haya pasado de las 253 plazas vacantes de formación médica especializada en la convocatoria del año pasado a las 51 de la actual, "es esperanzador", y más teniendo en cuenta que, a su vez, en esta convocatoria se han ofertado más plazas que en la anterior.
Para Luis Aguilera y Benjamín Abarca, el hecho de que la especialidad de Medicina de Familia haya pasado de las 253 plazas vacantes de formación médica especializada en la convocatoria del año pasado a las 51 de la actual, "es esperanzador", y más teniendo en cuenta que, a su vez, en esta convocatoria se han ofertado más plazas que en la anterior.
Tal y como expusieron los presidentes de ambas sociedades científicas, de las 1.892 plazas convocadas para este año, se ha cubierto el 97,2 por ciento, situándose esta especialidad el número 19 de las 47 existentes, de acuerdo con la proporción de candidatos que la había elegido en los tres primeros días de los actos de asignación.Unas condiciones laborales poco esperanzadorasContra todo pronóstico, la especialidad de Medicina de Familia ha conseguido revertir una situación que comenzó esta década y que, según los expertos, comenzaba a ser alarmante. Aunque, tras ver las preferencias de los futuros residentes durante los primeros días de la asignación, parecía que la situación iba a ser todavía peor que la del año pasado, finalmente, se produjo una elección en masa de la especialidad pero, eso sí, tras haberse agotado la mayoría de plazas para el resto.
Según comentó el presidente de SEMG, "parece que la tendencia de las vacantes se ha invertido y que, por supuesto, esto es una buena noticia, si no se mejoran las condiciones laborales de los médicos de familia, difícilmente va a mejorar la especialidad". Lo mismo expuso el presidente de SEMFYC, al solicitar una mayor decisión política hacia una fidelización de los profesionales de Atención Primaria desde todos los órdenes. "Corresponde a las Comunidades Autónomas aportar unas condiciones más atractivas y, sobre todo, dotar a los médicos de familia de una mayor estabilidad en sus puestos de trabajo, facilitando a su vez a los más jóvenes, al futuro de la profesión, la capacidad de tomar decisiones. Nuestra especialidad cuenta con unos profesionales muy cualificados, pero se incorporan a un sistema en el que no les dejan decidir", criticó Aguilera.
Cardiología, la otra cara de la moneda
Un año más, ha quedado claro que los licenciados siguen prefiriendo realizar su periodo de residencia en especialidades como Cardiología, Pediatría, Dermatología o Cirugía Plástica y que un porcentaje de los aspirantes al MIR, aquellos que obtienen una peor puntuación en la prueba, han preferido, incluso, esperar un año y presentarse a la convocatoria del próximo año antes que decantarse por Medicina de Familia. En este sentido, ninguno de los médicos con las cien mejores puntuaciones en la prueba, se ha decantado por dedicar su vida a pasar consulta en los centros de Atención Primaria.
Según Aguilera, el hecho de que los dos mejores MIR se decidieran por Cardiología es muy significativo. "Habría que tomar ejemplo de lo que se hace con esta especialidad, darla a conocer a los alumnos desde el principio de la carrera de Medicina", señaló. Por otro lado, ambos presidentes subrayaron la necesidad de incrementar todavía más el número de plazas MIR en Medicina de Familia, de manera que pase a constituir el 50 por ciento del total de las especialidades ofertadas (actualmente se encuentra en un 37 por ciento, frente al 63 del resto). No se puede amar lo que no se conoceTanto Aguilera como Abarca reiteraron que la situación podría mejorar si en todas las facultades se impartiera una asignatura propia, transversal y obligatoria, de Medicina de Familia, para que los alumnos no sean ajenos a una especialidad en la que ejerce el 37 por ciento de los facultativos del Sistema Nacional de Salud (SNS). Por el momento, sólo ocho de las 28 facultades del país cuentan con una asignatura específica de Atención Primaria, por lo que, en palabras del presidente de SEMFYC, hay 20 facultades para las que el Plan de Bolonia (referente al nuevo espacio europeo de educación superior) va a su poner una gran oportunidad".
Según añadió este doctor, las universidades no tendrán que hacer una gran inversión económica, dado que la estructura docente ya está formada y puede disponer de todos los centros sanitarios del SNS."Como decía Gregorio Marañón, no se puede amar lo que no se conoce", señaló Aguilera tras exponer que si los alumnos no tocan esta materia en los seis años que dura la carrera de Medicina, difícilmente podrán escogerla. "Tiene que haber una igualdad de condiciones en el conocimiento de todo el espectro de las especialidades que existen en nuestro país", aseguró el doctor, "por lo que la Universidad española no debe desaprovechar la oportunidad que supone el cambio de los Planes de Estudios de aquí a 2010, horizonte que plantea Europa".
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